Pequeños héroes de Morelos: la lucha contra la invasión de acociles
En el apacible balneario de Santa Isabel, Morelos, la tarde se despide con el eco de risas y el calor del sol. Pero al caer la noche, un ejército silencioso se prepara para una batalla crucial: la protección del cangrejo nativo Pseudothelphusa morelosisi contra la amenaza de una especie invasora, el acocil australiano (Cherax quadricarinatus). Esta lucha no es solo una batalla por la biodiversidad, sino una increíble historia de ciencia ciudadana y la colaboración entre cientos de voluntarios apasionados por preservar nuestro entorno.
Dirigidos por el doctor Edgard Mason Romo, de la organización ‘Naturaleza más nosotros’, más de 1,300 personas de siete países y 28 estados mexicanos se han unido a esta causa. Durante cinco horas, equipados con trajes de neopreno, redes y linternas, se sumergen en las frescas aguas de las pozas para capturar a los invasores. Estos acociles, con sus pinzas rojas, representan un peligro significativo para los cangrejitos nativos, compitiendo por recursos y alterando su hábitat. La situación no es solo local; la introducción de especies exóticas es una grave amenaza ambiental, con miles de especies afectando ecosistemas en todo el mundo. Pero en Morelos, la respuesta ciudadana es un faro de esperanza en la oscuridad.
El trabajo no es fácil. Además de capturar y eliminar a los acociles (utilizando métodos compasivos como la hipotermia), los voluntarios monitorean la calidad del agua y registran datos esenciales para entender la dinámica de la invasión. La información recopilada se utiliza para construir modelos matemáticos que analizan la competencia entre especies, proporcionando evidencia científica para la toma de decisiones. El proyecto no sólo contribuye a la conservación de una especie en peligro, sino que también sirve como una poderosa herramienta educativa, inspirando a jóvenes y adultos a participar en la ciencia y la conservación. Es una muestra palpable de que la ciencia no es sólo para los científicos en batas blancas.
La lucha por los pequeños cangrejos de Morelos es una muestra conmovedora del poder de la colaboración y la pasión por proteger nuestro patrimonio natural. Es un recordatorio de que cada uno de nosotros podemos marcar la diferencia, incluso con un simple acto de voluntariado. La historia de Santa Isabel es una inspiración, mostrando que la esperanza y la acción colectiva pueden contrarrestar la amenaza de las especies invasoras y preservar la belleza y la biodiversidad de México.
