iPad Pro y MacBook Pro con chip M5: qué debes considerar antes de elegir
Si estás en la búsqueda de un nuevo dispositivo de Apple y te preguntas si el nuevo iPad Pro o la MacBook Pro con el chip M5 es lo que necesitas, aquí te ayudamos a desglosar las novedades más relevantes de ambos gadgets para que tomes la mejor decisión.
Apple ha lanzado sus nuevos dispositivos con el potente chip M5, ofreciendo tanto el iPad Pro en dos tamaños—11 y 13 pulgadas—como la MacBook Pro de 14 pulgadas. El iPad Pro destaca por su capacidad de carga rápida, que permite alcanzar el 50% de batería en poco más de media hora si se utiliza un cargador compatible. Además, mejora en conectividad con el módem C1X para un menor consumo energético y un chip N1 que soporta Wi-Fi 7 y Bluetooth 6 para un desempeño inalámbrico optimizado. Los profesionales del video estarán encantados con la nueva posibilidad de conectar pantallas externas de hasta 120 Hz.
Por otro lado, la MacBook Pro ofrece mejoras significativas en su memoria de estado sólido, casi duplicando su rendimiento respecto a los modelos anteriores. Este avance será especialmente apreciado por quienes trabajan con archivos grandes, como fotos en bruto o videos de alta resolución. El chip M5 no solo refuerza la multitarea, característica esencial en una laptop, sino que también potencia aplicaciones de inteligencia artificial y tareas gráficas exigentes.
Para muchos, la decisión de compra puede depender del dispositivo que poseen actualmente. Aquellos que cuentan con modelos más antiguos notarán una mejora considerable en rendimiento, tanto en el iPad Pro como en la MacBook Pro. Sin embargo, si tienes dispositivos del 2024 equipados con chips M4, quizá debas pensar con cautela sobre la actualización, especialmente si el rendimiento extra no es indispensable para tu uso diario.
En resumen, ya sea que optes por la portabilidad y modernidad del iPad Pro o el poder y versatilidad de la MacBook Pro, el chip M5 promete llevar tus tareas diarias al siguiente nivel. La clave está en evaluar tus necesidades y elegir lo que realmente sume valor a tu experiencia tecnológica.
