La COP30: desenmascarando al enemigo invisible en la batalla climática
La próxima cumbre climática COP30, que se celebrará ni más ni menos que en el corazón de la Amazonia brasileña, no es solo un encuentro diplomático más. Se perfila como un momento crucial para las políticas ambientales y, al mismo tiempo, una verdadera prueba de fuego para los medios de comunicación en Latinoamérica. Aunque el interés público por la crisis climática está por las nubes, especialmente en países como México, Perú y Colombia, la realidad para las redacciones es otra: falta de acceso y, sobre todo, de financiamiento. Pero hay un enemigo invisible que se suma a la ecuación: la desinformación.
Este “campo de batalla algorítmico”, como lo describen los expertos, es donde las narrativas falsas intentan deslegitimar la evidencia científica. José Felipe Sarmiento, de Colombia Check, lo dejó claro: uno de los mayores obstáculos es monitorear estas historias diseñadas para confundir. Curiosamente, las redes sociales, aunque a veces generan mucho “ruido” y desinformación, también son fundamentales para conectar con la gente. La estrategia, entonces, no es solo reportar los hechos, sino también contrarrestar activamente el chisme y las noticias falsas con contenido confiable, justo donde la gente pasa el rato.
Otro desafío es la complejidad de los temas. No es raro que las cumbres climáticas nos enreden con sus tecnicismos diplomáticos, un lenguaje que aleja a las audiencias y nos deja sin entender los resultados reales. La clave está en traducir esas negociaciones globales en impactos locales que todos entendamos, como las sequías que afectan a nuestros campos o las lluvias intensas que inundan nuestras ciudades, buscando un equilibrio entre el alarmismo y el optimismo sin fundamento. Además, esta COP30 tiene una dinámica especial: al ser la primera en un país democrático en años, se espera una participación ciudadana sin precedentes, lo que también significa un cabildeo más intenso de industrias poderosas como el agronegocio. Stefano Wrobleski de InfoAmazonia enfatizó que el éxito no se medirá solo en nuevos acuerdos, sino en qué tan bien se cumplan las promesas ya existentes, especialmente las de financiamiento. Aquí, el periodismo tiene que ponerse las pilas para ser una auditoría, rastreando el dinero y el cumplimiento, más allá de los discursos bonitos.
Pero no todo es drama, también hay soluciones. Ante la desinformación y la complejidad de los datos, la respuesta requiere un “upgrade” tecnológico y metodológico. Sarmiento destacó herramientas de IA como Notebook LM y Pinpoint de Google, que son una chulada para analizar documentos complejos y verificar datos a la velocidad de la luz. Aunque los detectores de deepfakes son útiles, la verificación humana sigue siendo insustituible. Quizá la herramienta más innovadora no sea un software, sino un nuevo modelo de operación. Para superar la barrera del financiamiento, LatAm Intersect e InfoAmazonia se aliaron con más de 20 medios ambientales en Brasil, distribuyendo reportajes de alta calidad de forma gratuita en varios idiomas. Este “periodismo en red” busca construir un cortafuegos colectivo contra las narrativas falsas y, de paso, “hackear” las limitaciones presupuestarias, incluso con un canal de WhatsApp para mantenernos al día en tiempo real.
La cobertura de la COP30 será el primer gran examen de este novedoso sistema. Es un llamado a la acción para el periodismo de nuestra región: dejar de lado la competencia y abrazar la colaboración para ofrecer información clara, precisa y a prueba de balas. Solo así podremos entender lo que realmente está en juego y empoderar a la gente para que participe en la lucha más importante de nuestro tiempo: la del futuro de nuestro planeta.
