La tecnología como herramienta para un mundo sustentable
El calentamiento global y el medio ambiente son algunos de los principales temas que actualmente se está discutiendo en la sociedad. También está en las principales agendas de discusión mundial el consumo responsable, el uso eficiente de los recursos naturales, además de la disminución del impacto generado por la fabricación de diversos productos.Entre las principales acciones discutidas están la reducción de emisiones de CO2, el uso racional del agua, una mejor utilización de los recursos renovables y el reciclaje. Estos temas se han hecho cada vez más patentes tras el inicio de la crisis financiera, que volvió imperativo el uso racional de los recursos con énfasis en la reducción de costos. Los momentos de crisis deben afrontarse como oportunidades para innovar y buscar la eficiencia en todos los procesos de negocio, entre ellos, el de las TI. En este contexto las empresas deben dirigir sus inversiones a tecnologías que protejan la inversión, con una mejor gestión de la TI y una reducción en los gastos por consumo de energía eléctrica.
Un tema poco discutido, sin embargo, es el impacto provocado por el consumo de energía debido al uso de computadoras y servidores. Las computadoras y servidores desempeñan un papel importante en la sociedad actual. A lo largo de los años, el poder de procesamiento aumentó exponencialmente y, en miles de hogares, la PC no se desconecta durante todo el día; actúa como un media center, proveyendo entretenimiento, ayudando en los trabajos escolares y conectando a las personas con el mundo externo. Sin embargo, en las empresas, el volumen de información manejado y que puede ser medido en terabytes se acumula todos los días, generando la necesidad de crear data centers cada vez más potentes para almacenar la información generada.
Esta revolución de la tecnología ya había sido prevista por Gordon Moore (cofundador de Intel) en 1965, cuando formuló la máxima de que el número de transistores de cada chip se duplicaría cada dos años. Mientras los ingenieros trabajaban para volver esa previsión una realidad, también desarrollaban investigaciones para minimizar el consumo de energía y aumentar la eficiencia de los procesadores. De hecho, a lo largo de los últimos 30 años, desde la formulación de la Ley de Moore, ¡la relación de consumo entre energía/ transistor se perfeccionó aproximadamente un millón de veces!
Para entender de qué estamos hablando, basta observar que mientras un procesador desarrollado hace menos de diez años, equipado con una pantalla de LCD consume 938 kw por año, un procesador de reciente generación dirigido a plataformas móviles, también equipado con una pantalla de LCD, consume sólo 156 kw por año.
La Ley de Moore también puede aplicarse a los data centers. En 2004, para conseguir una velocidad de 5.1 Mbps eran necesarios seis racks y 126 servidores, que ocupaban 22 metros cuadrados y consumían 48 kw por año. En 2007 ese mismo poder de procesamiento se conseguía con sólo un rack equipado con 17 blades. Éste, a su vez, ocupaba 4 metros cuadrados y consumía 6 kw, lo cual significa una reducción de un 83% en el espacio ocupado y un ahorro de energía estimado en USD 53 mil anuales.
La preocupación por el medio ambiente no puede pasar de largo cuando de planeación y compra de tecnologías se refiere. El consumo racional basado en la utilización de tecnología que ofrezca un mejor poder de procesamiento, a la vez de que ayude a la reducción del consumo de energía, debe formar parte de la decisión de compra de todas las personas. Cada uno de nosotros debe asumir la responsabilidad de contribuir a un planeta sustentable, lo que significa no sólo eliminar y reciclar los desperdicios, sino sobre todo, hacer elecciones de compra inteligentes.