5 errores financieros en tiempos de incertidumbre
Durante la pandemia, 12 millones de mexicanos han perdido sus empleos, de acuerdo con el INEGI, otros vieron una reducción en sus días laborales y por ende en su salario. Esta situación llevó a la sociedad mexicana a ver una modificación fuerte en su actividad económica.
A este mal se suma la falta del hábito del ahorro, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) de la Comisión Nacional Bancaria de Valores (CNBV), presentada en 2019, el 42% de los mexicanos nunca ha ahorrado nada formalmente y el 14% dejó de hacerlo. Tras este panorama de incertidumbre creado por la contingencia sanitaria, M2Crowd, plataforma de crowdfunding inmobiliario identificó los 5 errores financieros más comunes:
- Solicitar préstamos basados en ingresos económicos futuros. Tras la pandemia, el gobierno mexicano y las instituciones bancarias generaron opciones de préstamos atractivas para la sociedad. El error común ante un panorama amplio de oportunidades crediticias es el sobreendeudamiento. Esta situación se vuelve compleja cuando los pagos se ven basados en acciones a concretarse en el futuro como un negocio o una contratación. La decisión de adquirir una deuda debe respaldarse en el ingreso económico actual y los pagos planeados deben permitir reducir la deuda y contar con un monto de efectivo disponible para gastos básicos y emergencias.
- Comprar artículos innecesarios. El tiempo libre en casa ha permitido que las personas visiten diversas tiendas online y adquieran productos para el hogar o personales a través de ofertas atractivas. Este gasto puede evitar satisfacer una necesidad básica o atrasar la oportunidad de ahorrar. Toda decisión que requiera un gasto durante la emergencia sanitaria debe estar basada en la lógica y no en la emoción.
- No controlar egresos e ingresos. En temporada de incertidumbre es vital contar con un plan financiero que tenga metas y objetivos específicos en un horizonte temporal claro, este puede ser actualizado quincenal o mensualmente. Debe incluir los gastos e ingresos, pues en esta temporada los patrones de gasto no pueden ser iguales a los previos a la pandemia. Este punto contrarresta el sentimiento de incertidumbre tras una desorganización y falta de identificación de los productos o servicios realmente necesarios. Al no salir de casa genera un ahorro que puede brindar un “ingreso extra”, el cual puede destinarse erróneamente a la compra de artículos que no son de primera necesidad. Lo mejor sería dirigirlo a un fondo para emergencia o invertir.
- No buscar una nueva fuente de ingresos. Uno de los errores más comunes si se tienen ahorros, es tener detenido ese efectivo. La clave del ahorro va más allá de crear un fondo de emergencias, ya que es importante aumentar esa cifra. Es recomendable evaluar la mejor manera para generar rendimiento. Es necesario conocer los tipos de inversión que existen, el perfil de inversionista con el que se identifica, el monto con el que se puede o se desea comenzar y entender cómo trabaja el dinero dentro de esa opción de inversión.
- No diversificar. La clave para aumentar la cifra de dinero es, tener apertura a nuevas oportunidades para capitalizar sus ahorros. Es positivo conocer todas las opciones para invertir y sus condiciones como plazo, rendimiento y esquema de inversión. Es funcional obtener rendimientos de distintas fuentes e involucrarse en diversos proyectos de manera informada, es decir entender los beneficios y los riesgos en cada tipo de inversión según tu perfil. Por ejemplo, invertir en bienes raíces implica tener un respaldo del terreno e inmuebles que vuelve tangible la inversión y da tranquilidad a cierto tipo de inversionistas, punto que para otros puede no ser relevante. Depositar todo el ahorro en una opción puede ser un error; probar y conocer es una opción ideal cuando se habla de generar dinero.
Cometer errores financieros durante una época de incertidumbre es común, pero no es una opción viable, por lo que vale la pena atender y entender estos puntos de forma que se alcance la meta: controlar la economía familiar o personal y generarse oportunidades.