¿Sustitución o complementariedad entre TV de paga y OTT?
Ciudad de México, julio 2017.- Desde su introducción, las plataformas de suscripción de video bajo demanda por internet mejor conocidos como Over-The-Top (OTT en inglés, e.g. Netflix, Blim, Claro Video, etc.) han ganado terreno entre las preferencias de los consumidores de contenidos audiovisuales frente a plataformas tradicionales (televisión abierta y la televisión de paga).
Desde el punto de vista de la industria de contenidos audiovisuales estas plataformas han sido reconocidas como un desarrollo tecnológico complementario para la distribución de producciones cinematográficas o televisivas. Asimismo, en el mercado de televisión de paga se han enfocado esfuerzos para hacer frente a ello con estrategias competitivas y atractivas para los consumidores, por ejemplo, al incorporar una oferta de plataformas OTT paralela a su labor primaria de distribución de contenidos a través de cable o satélite.
Sin embargo, la creciente preferencia y popularidad de los contenidos a través de plataformas OTT conlleva a que, en la actualidad, estos representen una opción que compite e incluso sustituye directamente a la televisión restringida para un segmento específico consumidores. Esta circunstancia ya se ha identificado en distintos países, tal es el caso de Estados Unidos, en el cual ya existen indicios sobre el retroceso en las suscripciones de TV de paga en favor del crecimiento en el número de usuarios a plataformas OTT.
Suscripciones a Plataformas OTT y TV de Paga en México
En el caso de México, la contabilidad de suscripciones asciende a 6.7 millones, equivalente a un crecimiento anual de 39.6%, desde su introducción en el mercado en el año 2011 al cierre de 2016. Cifra que indica que más de una quinta parte de los hogares pueden acceder a un catálogo de contenidos de video bajo demanda en el momento que quieran, donde quieran.
Es importante destacar que en la estadística anterior sólo se consideran suscripciones a OTT de contenidos de video con licencias, es decir, que conceden el acceso a una película, series de televisión, o algún otro contenido mediante el pago por suscripción mensual.
En contraste, el servicio de televisión de paga registra 20.8 millones de suscripciones al cierre de 2016, cifra que resulta en una adopción de poco más de seis de cada diez hogares mexicanos. Cabe mencionar que a la TV de paga le tomó alrededor de cinco décadas para alcanzar este monto de usuarios, mientras que la contabilidad de suscripciones a servicios OTT ya alcanza la vecindad de una tercera parte de los hogares con aquel servicio en poco más de un lustro.
¿Sustitución o Complementariedad?
¿En qué grado se ha sustituido el servicio de TV de paga a causa de las plataformas OTT? Si bien suele decirse que prácticamente se está dejando de ver de contenidos en televisión (abierta o de paga) para sólo hacerlo a través de plataformas digitales, datos obtenidos por The Competitive Intelligence Unit indican que 88.9% hogares con TV paga pretenden continuar con su suscripción o incluso consideran contratar algún paquete premium en los próximos seis meses (“cord-keepers”).
Mientras que, entre la proporción restante, 6.0% piensa migrarse a un paquete mensual de menor costo (“cord-shavers”) y sólo 5.1% cancelaría su suscripción de TV paga (“cord-cutters”). Entre estos últimos tan sólo 7 de cada 100 se migraría a una suscripción a alguna plataforma OTT.
Suscripciones de TV de Paga por Intención de Contratación
(Porcentaje del total, %)
Fuente: The Competitive Intelligence Unit
Por lo anterior, podría concluirse que en términos generales las plataformas OTT no se consideran un sustituto absoluto del consumo de contenidos de video a través de la televisión de paga.
No obstante, al segmentar los hogares que cuentan con una conexión a internet se obtiene que 67% tiene una suscripción a ambos servicios (OTT y TV de paga), es decir, que complementan su consumo de contenidos televisivos con aquellos de plataformas en internet. Mientras que, la proporción restante (33%) privilegió el consumo de contenidos de video a través de plataformas OTT que por vía de la TV de paga, es decir, que las primeras resultan ser un sustituto de esta última para estos hogares.
Hogares con Internet que cuentan con TV de Paga y Plataformas OTT
(Proporción del total, %)
Fuente: The Competitive Intelligence Unit
En términos de contabilidad de mercado, lo anterior se traduce a que 12% de las suscripciones (poco más de dos millones) a televisión de paga fueron desplazadas en razón de las plataformas OTT. Considerando que por lo general los operadores de cable ofrecen además el servicio de internet, los usuarios podrían contratar sólo este y hacerse de una cuenta en alguna de las plataformas OTT disponibles sin adquirir algún paquete de TV de paga.
Principales Razones de la Sustitución de la TV de Paga por Plataformas OTT
Una de las principales ventajas del acceso a contenidos a través de plataformas OTT, es la posibilidad de que los usuarios puedan seleccionar el tipo de contenido que prefieran en cualquier momento del día.
De esta manera, los usuarios de plataformas de video OTT tienen a su disposición un catálogo de todo tipo de contenidos entre los que se encuentran películas y series televisivas, conciertos, documentales, música, deportes y noticias, frente a la programación lineal y pre-seleccionada que se transmite a través de la televisión de paga.
Es por ello aunado a la asequibilidad en precio y la mejor experiencia de usuario que identifica a las plataformas OTT que para los usuarios de internet constituye un sustituto de la TV de paga.
A partir de todo lo anterior, se puede afirmar que las plataformas OTT ya representan una opción competitiva y en algunos segmentos de la población con conectividad como sustitutos en el consumo de contenidos audiovisuales. La creciente preferencia y eventual adopción generalizada de estos servicios dará resultado que la televisión de paga como los servicios OTT puedan ser considerados como mercados paralelos, es decir, que puedan llegar a ser sustitutos perfectos para la población en general. Con una proporción de hogares con internet que se aproxima a 45% del total y un desarrollo progresivo de redes con capacidades de transmisión de datos a altas velocidades y baja latencia, este escenario podría no estar tan distante.