Concentración, una de las principales causas de la brecha digital
Ciudad de México, Diciembre 2017.- La Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés) presentó la actualización 2017 de su Índice de Desarrollo TIC (IDT) que consiste en un indicador que permite medir y comparar el alcance de las Tecnologías de Información y la Comunicación.
(TIC), así como el tamaño de la brecha digital en una lista de 176 economías. En esta novena edición, el índice reúne 11 variables que clasifica en tres subíndices. El primero se refiere al nivel de acceso o disponibilidad de las TIC, el segundo concentra variables sobre la intensidad de su uso, mientras que el tercero busca medir las habilidades que importan para la adopción de dichas tecnologías.
Para 2017, el IDT lo encabezaba Islandia con una calificación de 8.78 puntos (de un máximo de 10), mientras que México obtuvo la posición 87 de 176 con 5.16 puntos, la cual se encuentra ligeramente por arriba del IDT pro- medio mundial que resultó en 5.11 puntos.
En 2016, el IDT estaba compuesto por una lista de 175 economías, en la cual México se ubicó en la posición 92 con una puntuación equivalente a 4.87 puntos, detrás del promedio mundial equivalente a 4.94 puntos. En otras palabras, en tan sólo un año se registró un avance de 5 posiciones y una mejoría de calificación de 0.24 puntos.
En las secciones dedicadas a cada uno de los países, se señala que en México ha habido avances a partir de la Reforma Constitucional, pero que el país aún se encuentra debajo de los niveles regionales debido principalmente a dos razones: la alta concentración que aún registra el Agente Económico Preponderante, así como la marcada desigualdad existente en la población en términos de ingresos, educación y habilidades digitales.
Lo que el documento no refiere es que existe causalidad entre estas dos variables. Durante décadas hemos contado con un mercado de telecomunicaciones extremadamente concentrado que ha evitado la entrada de nuevos oferentes, por lo tanto, de competidores e inversiones en infraestructura que al final del día se tradujeron en precios altos de los servicios y deficiente calidad y cobertura, circunstancias por las cuales sólo los niveles socioeconómicos más altos de la población podían tener acceso. Claro que se registra un avance en el uso y aprovechamiento de las TIC, y a partir de la reforma se han reducido significativamente los precios de los servicios de telecomunicaciones. Sin embargo, entre las variables comprendidas en el IDT solamente en 5 de 14 se supera el nivel de la región Américas. Aún quedan materias pendientes para siquiera alcanzar la media de la región, ya no digamos a nivel mundial.
Si queremos seguir avanzando, posicionarnos por arriba de la media de la región y llevar todos los servicios de telecomunicaciones a los niveles más desfavorecidos de la población es muy importante que se mantenga, incluso que se refuerce, la aplicación de la regulación asimétrica hacia el Agente Económico Preponderante y no se relaje o invalide su aplicación, puesto que aún no se registran sus efectos esperados, al menos no aquellos relativos a la gestación de competencia para un acceso óptimo y efectivo a las telecomunicaciones en nuestro país.