Adopción de Banda Ancha Móvil por Nivel Socioeconómico
Ciudad de México, Marzo 2018.- Internet no sólo impacta la manera en que las personas se comunican, realizan trámites, y pagan servicios, también ha mejorado las perspectivas en el ejercicio del derecho a la información, la libre expresión e, incluso, al de la educación. El desarrollo de la Banda Ancha Móvil (BAM) y su adopción ha acentuado la oportunidad de conectarnos desde cualquier lugar y momento con ayuda de teléfonos inteligentes.
De acuerdo con información de The Competitive Intelligence Unit (The CIU), al tercer trimestre de 2017, la penetración de usuarios de BAM fue de 55.7% sobre el total de la población mexicana, es decir, 69.2 millones de accesos y un crecimiento de 26.0% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Sin embrago, esta adopción no se ha dado de manera homogénea en todos los estratos socioeconómicos, donde es posible percatarse de una brecha digital que limita a los más rezagados en conectividad en términos del ejercicio de los derechos y beneficios mencionados.
En cuanto al nivel socioeconómico (NSE) A/B, que se caracteriza por destinar 13% de su gasto en educación y 25% en alimentos[1], 95 de cada 100 (4.7 millones de personas), cuentan con servicio BAM.
El NSE C+ muestra una penetración de BAM equivalente a 84% (9.9 millones de personas). Cabe señalar que este grupo destina 31% del total de su gasto en los alimentos, y 5% a vestido y calzado.[2]
PENETRACIÓN DE BANDA ANCHA MÓVIL POR NIVEL SOCIOECONÓMICO
Fuente: The Social Intelligence Unit con información de The CIU
En lo que corresponde a los niveles C y C-, el diferencial respecto al NSE A/B es de 24 y 34 puntos porcentuales respectivamente, lo cual se traduce en 19.5 millones de personas usuarias del servicio BAM. En el nivel C, 35% del gasto total es destinado a alimentación y 9%, a educación; respecto al nivel C-,38% del gasto se asigna a alimentos y 5% a vestido y calzado.[3]
Finalmente, en cuanto a los niveles D/E sólo 44% (35.1 millones de personas) cuenta con el servicio de BAM. La línea de telefonía móvil de estos usuarios normalmente se encuentra en el esquema de Prepago, lo cual hace que el costo de un megabyte sea superior al de los usuarios de Postpago. Asimismo, optan por el uso de una red WiFi o bien consumir minutos y SMS que en la mayoría de los esquemas son ilimitados.
En los niveles D+ y D, las personas destinan, en promedio, más del 40% de sus gastos en alimentos. En el caso particular del NSE D, 7% del gasto se asigna a educación. Por otro lado, en el NSE, se destina más de la mitad del gasto a alimentación y 5% a educación.[4]
Es importante recalcar que los usuarios ubicados en los NSE más bajos, especialmente D/E, encuentran barreras estructurales debido a que la adopción de dispositivos inteligentes es menor al del promedio nacional.
Resulta fundamental estimular el despliegue de infraestructura de telecomunicaciones y un mercado competitivo, así como el impulso a una política de conectividad universal a fin de combatir la problemática que genera contar con casi la mitad de los mexicanos sin acceso a servicios de BAM.
[1] Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado (AMAI). Niveles Socioeconómicos. Disponible en: http://nse.amai.org/nseamai2
[2] Id.
[3] Id.
[4] Id.