La obra maestra de Guillermo del Toro: “Frankenstein” y su esperado abrazo al monstruo
¡Qué emoción! Después de años de espera y sueños, la visión más personal de Guillermo del Toro sobre “Frankenstein” por fin llega a la pantalla. El aclamado director mexicano, conocido por su amor incondicional hacia los monstruos, nos presenta su adaptación del clásico de Mary Shelley, un proyecto que ha gestado durante toda su vida. Con un elenco de lujo que incluye a Oscar Isaac como el atormentado Víctor Frankenstein y a un sorprendente Jacob Elordi como la criatura, esta película promete ser una de las grandes joyitas cinematográficas del año. Netflix, consciente de la enorme expectativa, ha decidido que esta obra maestra tenga un paso previo por los cines antes de su estreno en la plataforma, y no es para menos, pues ya apunta a ser un contendiente fuerte en la temporada de premios.
El sello distintivo de Del Toro está presente en cada fotograma de su “Frankenstein”. Desde un punto de vista poético y profundamente humano, el cineasta revisita la novela “Frankenstein o El moderno Prometeo” para explorar la obsesión de Víctor por desafiar la muerte. El director artesano y amante de lo práctico nos regala un festín visual gótico, donde prótesis, maquillajes y atrezos recargados crean una atmósfera impactante y sobrecogedora. Cada escenario, desde los laboratorios del doctor hasta las callejuelas sombrías y la cabaña en el bosque, es una obra de orfebrería que destila cine de autor. La película es un abrazo de amor al monstruo, una oda visual que captura la melancolía, la tristeza y la ternura de la criatura, dejando imágenes que se graban a fuego en la retina. Es un espectáculo que, sin duda, vale la pena disfrutar en la pantalla más grande posible.
El cine de Del Toro siempre se ha caracterizado por mostrar una empatía profunda hacia los seres incomprendidos, y en “Frankenstein”, esta mirada alcanza su punto más tierno y bello. La película nos recuerda que el verdadero monstruo no es la criatura, sino la soledad y la incapacidad de amar y ser amado. Este melodrama con corazón de oro, plagado de poesía y compasión, nos ofrece un cálido abrazo de sentimentalismo frente al frío de la incomprensión. Uno de los mayores aciertos, y una verdadera sorpresa, es la elección de Jacob Elordi como la criatura. Inicialmente, el papel iba a ser para Andrew Garfield, pero los problemas de agenda abrieron la puerta a Elordi, quien asume el rol con una maestría imperial. Su actuación es un pilar fundamental, transmitiendo una infinidad de emociones, desde la vulnerabilidad hasta la rabia, logrando encarnar a un ser que aprende sobre la vida desde cero. Elordi nos regala una hoja en blanco que absorbe el mundo como una esponja, entregando el que, sin duda, es el mejor trabajo de su carrera y una de las interpretaciones actorales más destacadas del año.
A pesar de sus muchísimas virtudes, es justo señalar que “Frankenstein” no es perfecta. Las casi dos horas y media de duración pueden hacer que el ritmo se sienta un poco irregular en ciertos tramos, con algunas escenas y diálogos que se estiran más de lo necesario. Quizá el afán de Del Toro por configurar su historia de manera tan precisa llevó a que en ocasiones la tijera se extrañe un poquito. Sin embargo, estos detalles no empañan la hipnótica experiencia general. Guillermo del Toro se consagra una vez más con la película que soñó toda su vida, un filme hechizante que atrapa con su esplendorosa forma y su delicado fondo. Es una historia de amor y tristeza que, aunque un poquito larga, se erige como uno de los grandes estrenos de 2025. Imperdible en pantalla grande, “Frankenstein” se estrena en cines seleccionados el 24 de octubre en España y América Latina, para luego llegar a Netflix el 7 de noviembre. ¡Preparen sus sentidos para una experiencia inolvidable!
